agricultura, é industria, solo el primero es el que anima el tráfico interior de este reyno, y aun el exterior que tiene con las provincias del Perú. El trabajo de minas ocupa tambien la atencion de muchas gentes en las provincias de Copiapó, de Coquimbo, y de Quillota, y en algunos otros minerales de veta, y de lavadero que hay esparcidos por las montañas de las demas provincias. Pero la industria está tan extenuada que casi no merece este nombre. A pesar de la abundancia de sus frutos, y de las primeras materias, lana, lino, cañamo, pieles, y metales, que podrian en aquel pais proporcionar un floreciente comercio, este continúa con languidez. De modo que los habitantes solo se entretienen en las pocas manufacturas de ponchos, medias, calcetas, bayetas, alfombras, cobertores ó frazadas, pellones, sillas de montar, sombreros, y otras menudencias, que por la mayor parte sirven para el consumo de la plebe, ó de las gentes pobres, pues las de medianas proporciones gastan los efectos de Europa. Así estas pocas producciones, y sobre todo las considerables que se sacan de las matanzas de ganado vacuno, que las hacen prolixamente; de las tenerías, que tambien estan muy adelantadas; y los granos y vinos componen el comercio interior del reyno.
El exterior, que se hace con todos los puertos del Perú, particularmente con el Callao, se lleva los sobrantes de los frutos que se consumen en el reyno; estos ascienden á setecientos mil pesos, sirviendo de un buen equivalente para contravalancear los efectos que se reciben de aquellas partes, quedando á beneficio de Chile cada año un resultado de doscientos mil pesos, segun los estados que tengo en mi poder, los quales coinciden con los que se han publicado en los periódicos de Lima.
El comercio que hace Chile con Buenos Ayres es meramente desnivelado, pues solo, para el artículo de