derlos á otros. Así sucede amenudo, que aquellos que por sus buenos servicios han quedado en libertad, por via de testamento, no quieren prevalerse de ella, para no perder la proteccion de la casa donde sirven, y en la qual conocen tener asegurada para siempre su subsistencia. Los amos tienen el derecho de padres de familia sobre los propios esclavos, por lo qual pueden castigarles sus faltas. La justicia misma los dexa á su arbitrio, quando estos se hacen merecedores de alguna pena legal inferior á la muerte. Semejante manera de servidumbre parece contraria al derecho natural, pero la sociedad saca de ella grandes ventajas. Las familias no son expuestas á la instabilidad de las personas de servicio, las quales reputandose siempre como extrangeras jamas se aficionan á vuestra casa, y revelan todos los secretos de ella.
El comercio interno de aquellas colonias es hasta ahora de poca importancia, á pesar de la comodidad que presenta el pais para animarlo. Pero falta allí la industria, ó por mejor decir la necesidad, que es el principal manantial de ella. Un gran comercio es relativo á una gran poblacion: á medida que esta crecerá, se aumentará tambien aquel [a]. La co-- ↑ Hasta ahora se puede decir que de los dos ramos, de los quales en general se forma el comercio, esto es,