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Compendio de la Historia civil
se esforzó inútilmente de introducir aquel socorro1600. en las sitiadas plazas de Osorno, de Villarica, y de la Imperial. En medio de tantas desgracias, los Holandeses, llegados á aquellas costas con cinco naves de guerra, saquearon las Islas de Chiloe, y mataron toda la guarnicion Española. No obstante de esto, la gente de su capitana, desembarcada en la pequeña Isla de Talca, ó Santa María, fué rechazada con pérdida de 23 hombres, por los Araucanos, que habitaban allí, los quales quizá los tendrian por Españoles.
Quiñones, enfadado de una guerra que no prometia ningun éxîto feliz, pidió y obtuvo la dimision de su empleo. Le fué substituido el antiguo Maestre de Campo Garcia Ramon, del qual se esperaban grandes cosas por la larga experiencia que tenia de los enemigos. Pero él justamente, porque los conocia, quiso mas bien mantenerse sobre la defensiva, que arriesgar la parte del Reyno, que todavia quedaba sujeta al dominio Español, aunque hubiese recibido un regimiento de tropas escogidas, que le conduxo de Lisboa Don Francisco Ovalle, padre del Historiador de este nombre. Sin embargo su gobierno no fué de larga duracion. El Rey mandó en su lugar, con otro regimiento de soldados veteranos, á Alonso Ribera, Oficial muy nombrado en las guerras de los Paises-Baxos. Este fortificó conbue-