todo el archipielago se ven en gran numero, y se gobiernan á vela y remo. Con estos frágiles barquillos se arriesgan á venir hasta la ciudad de la Concepcion [1].
Son muy dedicados á la pesca, á la qual los convida la abundancia de peces que produce aquel mar. De estos sacan una gran cantidad, que envian á paises distantes. Desecan tambien los testaceos, y especialmente los choros, las thacas, y los piures [a]. Estos los extienden en una larga zanja, cubiertos por debaxo y por encima con la gran hoja del pangue [b]. Cubren estas hojas con piedras, sobre las quales hacen un gran fuego por el espacio de seis ó siete horas. Después sacan de sus nichos los animales ya asados, los ensartan en una cuerda, y los cuelgan por algun tiempo al humo. De esta manera se conservan muy bien, y son conducidos hasta Cuyo, y otros parages distantes del mar.
Los Chilotes abrazaron sin dificultad la Religion Christiana, luego que les fué predi-- ↑ Sobre lo qual yo observé que los Indios que forman el mayor número de marineros en estas mares (del Sur) son muy diestros, muy dociles, muy laboriosos, y muy buenos hombres de mar para estos climas suaves y templados.
Voyag. de Georg. Anson. tom. 2. lib. 2. pag. 465.