Esta página ha sido corregida
186
Compendio de la Historia civil
so á deliberar, si debia someterse, ó bien resistir á sus fuerzas victoriosas. Un desterrado Araucano nombrado Tunconobal, que se encontraba en la junta, reconvenido á dar su parecer dixo: "guardaos de tomar el uno, ó el otro partido: vasallos, sereis pisados, y llenos de fatigas: enemigos, quedareis exterminados para siempre: si quisiereis libertaros de estos malos huespedes, mostraos los mas pobres de los mortales: ocultad vuestros haberes, y en particular el oro: ellos no se quedan sino donde, esperan encontrar este único objeto de sus deseos. Enviadles un regalo que manifieste vuestra indigencia, y entre tanto retiraos á los bosques [1]."
Los Cuncos aplaudieron el sabio parecer del Araucano, y le encargaron que junto con otros nueve nacionales, llevase el indicado presente al General Español. Tunconobal vestido de miserable andrajoso, á la par de sus compañeros, se presentó temblando delante de Don Garcia, y despues de haberlo cumplimentado con temimos groseros, le entrego una cestilla, en la qual habia lagartijas asadas, con algunas frutas silvestres. Los Españoles, que nopo-
- ↑ En la edicion de Sancha, Madrid 1776, es el Cant. XXXIV.