siempre que se continuan los robos, hasta que consiguen llevarse consigo mismos el par anual que exîge la naturaleza, y tal es la causa de que, á pesar del gran numero de individuos que perecen todos los años, no se advierta diminucion en la prodigiosa fecundidad de la especie.
Los Papagayos de paso son el Choroi y la Jaguilma, á los quales llaman de paso no porque salgan jamas de las tierras de Chile, sino por que pasando los estios en la cordillera, baxan por el invierno á los campos. Ambos á dos son de la magnitud de una tortola, y de la raza ó familia de los papagayos. El primero, que denominaré Psittacus Choraeus [1], tiene la parte de arriba del cuerpo verde, el vientre ceniciento, la cola proporcionada, y habla mejor que todos los otros. El segundo, Psittacus Jaguilma [2], es totalmente verde, á excepcion de las puntas de las dos alas que son pardas, y tiene una cola muy larga que finaliza en punta. Los individuos de esta ultima especie son los mas fecundos entre todos los papagayos; siendo tan inmensas las bandadas que acuden á los llanos situados entre los grados 34 y 45, que