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que condujo mucho á la perfeccion de las basas y capiteles de las pilastras, y otras piezas de piedra, que adornan en gran manera esta basilica: los Señores Arzobispos tambien fueron de dictámen se hiciesen algunas mudanzas; pues el coro, que estaba delante de la capilla mayor, como en la Catedral de Sevilla, por disposicion del Ilmo. Señor Dr. Don Luis de Peñalver, se puso detrás del altar mayor, como en las iglesias antiguas.

La ignografia de esta suotuosa basilica es de esta suerte: se halla situada E. O. la portada mira al O., y el altar mayor se ve colocado a la parte del E., como lo previenen los decretos de la Sagrada Congregacion de ritos. Su longitud es de 100 varas, su latitud de 46, la altura de la nave mayor es de 22, y sobre ella se eleva el cimborrio 12 varas: las naves intermedias disminuyen en proporcion de alto y ancho, respecto de la del medio; y lo mismo las esteriores respecto de las intermedias. Dan entrada á este hermoso templo 7 grandes puertas, y lo iluminan 88 ventanas la columnata de la nave del medio es de órden compuesto; la de las otras naves, de órden dórico: por cada lado del crucero tiene una capilla de bastante estension, ambas con sacristia y coro; y su columnario tambien es de órden compuesto. A la cabecera de la basilica está el coro, y en el medio la silla episcopal: donde acaba este comienza la capilla mayor, que ocupa el centro del crucero, y queda debajo el cimborrio. La portada de este edificio es la pieza mas elegante y bien acabada en su especie que se ha visto en este Reino: es toda de piedra, pero tan bien labrada como si fuera de la materia mas dócil: dispuesta segun las reglas de arquitectura, toda de órden compuesto; tan pulida y adornada, que se puede decir desluce y deja muy atras el interior de la iglesia.

Como la iglesia de Santa Rosa, donde se hallaba provisionalmente la Catedral, aunque bastante capaz para un beaterio, era demasiado estrecha para una Catedral, las funciones pontificales y demas que se celebran en dichas iglesias, se hacian con mucha incomodidad. Estando ya para acabarse el edificio de la espresada basilica, á principios del año de 1815, se trató con grande