Página:Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala Tomos I - II.pdf/748

Esta página ha sido corregida
—364—

veinticuatro soldados chuceros, un sarjento, dos ayudantes y seis lacayos; y conseguida la licencia, volvió al cuerpo de la caballería, y entrando con ella, hechas las cortesías correspondientes, dieron vuelta á la plaza, y puestos en el lugar por donde entraron, comenzaron á correr hacia la Real Audiencia, y después hacia los Cabildos; y concluidas las carreras, pasaron á tomar asiento al Cabildo, para ver el juego de toros.

El segundo dia, por la mañana, vinieron los mismos caballeros vestidos de color para torear, y á la tarde de negro para correr, y siempre con diferentes trajes y caballos, ya á la brida, ya á la gineta: soltáronse los toros, corrieron los caballeros, hubo varios lances, ya de rejon, ya de lanceta, que salieron con aire los ginetes. Volvieron á la tarde unos por una esquina, otros por otra; y unos por acá, otros por allá, se cruzaron á carreras alternativa y puntualmente: después se dividieron, y pusieron frente á frente, y echando mano de las alcancías, arrojó uno la primera bala de desafío: á este siguieron los otros, doblando la munición, y tirando alguna de á tres y de á cuatro: hasta que saliendo un toro, puso fin a la altercación, y los caballeros tuvieron que salir corriendo á rienda suelta.

La tercera tarde, con galas diferentes, pasearon la plaza, y divididos en dos trozos trabaron una diestra escaramuza, vistoso laberinto de giros imperceptibles y airosas vueltas: deshizose la escaramuza, corriendo parejas unos para la Audiencia, otros para los Cabildos; y siguieron los toros, con lo que se concluyeron las fiestas.

Don Diego Félix de Carranza y Córdova, Cura de Jutiapa, que escribió la relación de las plausibles fiestas de la dedicación de esta Santa Iglesia Catedral, (de donde hemos sacado todo lo que llevamos referido en estos dos capítulos) hace juicio que los costos de estas fiestas, en altares, juegos, comedias, galas, jaeces, libreas, encamisadas y danzas, ascenderían á mas de cincuenta mil pesos. Así mismo hace juicio, que el valor de las joyas, preseas, perlas, pedrería, alhajas de oro y plata que se pusieron los que salieron en los saraos, encamisadas y carreras, pasaría de medio millón de pesos.