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que volvía á caer en la misma abertura: también despedía copia de arena, que algunos días cayó en la Antigua Guatemala, en tanta abundancia que oscureció el dia y cubrió el suelo; pero habiéndose mudado el viento, tomó la arena el rumbo del Sur y fué á dar á las provincias de Escuintla y Suchiltepequez. Y es de advertir que en esta ocasión no reventó este monte por la cumbre, sino abajo, en el sitio donde se divide en tres puntas.

En el valle de Petapa se han encontrado algunos huesos de gigantes, y el cronista Fuentes, (tomo 1º libro 9º capitulo 1º) asegura que el Ilustrísimo Señor Don Fr. Payo de Rivera se llevó una muela, hallada en este pais, cuya proporción era como los dos puños de un hombre. En este mismo valle se vé la famosa laguna de Amatitlan; pero ya queda dada su descripción en el tomo 1º tr. 1º cap. 4º.

Pasando al valle de las Vacas, es de notarse que este fué la primera hacienda de ganado vacuno que hubo en estos países; pues siendo repartimiento de Hector de la Barreda, uno de los conquistadores mas acreditados de este Reino, y viendo dicho Caballero la falta de carne de vaca, que se padecía en esta tierra, trajo á su costa de la isla de Cuba cantidad de vacas, que puestas á repastar en este valle, fueron procreando y multiplicándose, hasta abastecer el Reino de vacas y toros; y por esta razón se llamó el valle de las Vacas. Consta del libro 2º de Cabildos, que en el que se celebró á 20 de Julio de 1530, se acordó que para la fiesta de Santiago, se compre un toro del hato de Barreda y se le den por él veinte y cinco pesos de oro marcado de ley perfecta.

A corta distancia de los confines de este Valle de las Vacas, por su parte oriental, corre el rio que llaman de la Chorrera, digno de notarse porque sus aguas tienen la virtud de convertir en piedra cualquier madero, raiz ó rama de árbol que cae en ellas; de suerte que si una parte del madero baña el agua y otra no, la primera se transmuta en piedra lustrosa, de color pardo y blanco; y la segunda permanece en su ser natural de palo: