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dose por vasallos del Rey de España y vivían en buena armonía con Don Pedro de Alvarado; mas habiéndose ausentado éste de Guatemala, su hermano Gonzalo, que quedó con el gobierno, queriendo enriquecer en breve tiempo, impuso á los vecinos de la corte de Patinamit ó Tecpam Guatemala un estraño tributo: esto fué que 400 muchachos y otras tantas muchachas le diesen cada dia un canutillo del grueso del dedo meñique de oro lavado, sopeña de quedar esclavos. Cumplieron con lo mandado algunos dias; pero no pudiendo enterar la escesiva contribucion, pasó el codicioso Caballero al espresado pueblo y trató mal á los indios, hasta amenazarlos con la muerte. Refieren los indios que en este tiempo se les apareció el demonio y los animó á que se sublevasen y sacudiesen el yugo de los Españoles. El Rey Ahpotzotzil, ó instigado del demonio como escriben los indios, ó como es mas verosímil exasperado con las vejaciones de Gonzalo de Alvarado, determinó abandonar la amistad de los Españoles y recuperar por medio de las armas sus derechos y jurisdiccion. Con esta mira convocó á los Caciques de Tecpanatitlan, á los de Ruyaalxot, ó Comalapa, á los de Jilotepeque, Sacatepequez, Sumpango, Chimaltenango y otros, con cuyos auxilios se formó un ejército de mas de 50,000 combatientes: de estos se destinó parte para que cortase las sierras de Petapa, por donde habia ido Alvarado; y todo el nervio del ejército dió de improviso sobre los Españoles é indios que estaban en Almolonga; y como los Castellanos eran pocos, porque muchos se habían ido con Alvarado á Honduras, otros vivían en los pueblos de sus encomiendas, y por otro lado esta novedad los cogiese desapercibidos, muchos fueron heridos y otros muertos á manos de los indios, y los que escaparon con las vidas huyeron á Olintepeque [1].


  1. Este autor da á entender que quedó desierta la Ciudad; pero hallándose Cabildos celebrados en 23 y 26 de Agosto en la Ciudad de Santiago, y mas que en el de 23 de Agosto se mandó pregonar que los que quisiesen vecindad y sitio en ella lo pidiesen; no se puede decir que estaba asolada la Ciudad.