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beyos á los Caciques ó nobles: amenazaban á Gonzalo de Alvarado con Tonalteul, que quiere decir el Sol de Dios,y era el nombre que daban al Adelantado; pero como no remediasen nada con esto, dieron parte á su Rey Sinacam. Este no estaba nada contento con los Castellanos, porque él cuando los recibió de paz, creía que tenia en ellos unos amigos que lo ayudarían á defenderse de sus contrarios y á sujetar á los vasallos rebeldes, y que por lo demás cada gefe mandaría á los suyos; pero cuando se vio privado de sus dominios y que Don Pedro de Alvarado se lo mandaba todo y era dueño de sus estados, y aun Señor del mismo Sinacam, cayó en la cuenta de su ligereza; y aunque disimuló por algún tiempo, presentada esta ocasión determinó sacudir el yugo que él mismo se habia impuesto.

Para poner en ejecución su proyecto hizo Sinacam embajadas á algunos Caciques, como los de Petapa y Pinula, para que lo ayudasen; y poniendo en libertad á Sequechul, Monarca del Quiché, que se hallaba arrestado en Guatemala desde el año de 1524, este también despachó mensageros convocando á los de Utatlan y demás pueblos de sus dominios, que remitieron sus tropas con gran presteza, atentos á ocupar por todos los medios posibles la Ciudad de Guatemala: iban estas regidas de los Señores mas grandes y príncipes libres, arrinconados y depuestos de sus Cacicazgos, y estos eran los que tenían mayor autoridad en los pueblos y mayor esperiencia y reputación en el manejo de las espediciones militares. Salieron pues los dos Reyes con los indios Guatemaltecos á la campaña, y divididos en dos cuerpos de ejército, acambó el uno en el valle de Alotenango, bajo las órdenes del Rey Sinacam, y el otro en el valle de Panchoy, al mando del Rey Sequechul. En tan inopinado movimiento fué necesario que los vecinos de Guatemala, abandonando el cuidado del gobierno político, pusiesen toda su atención en el manejo de las armas y ejercicios militares. Criáronse nuevas conductas y capitanías: nombróse por Cabo principal de la que se destinó para Olintepeque á Gonzalo de Alvarado, que ejecutando prontamente su jornada, asentó su real en el referido país,