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plo se levantarían y fortificarían en sitios semejantes; y asi se decretó en este congreso continuar la expugnación de Mixco.

Intentaron desde luego asaltar la eminencia, y para esto dieron á entender que acometían por escalada por otro sitio, aunque sin vereda, menos profundo, creyendo que se apiñarían en este puesto los defensores y dejarían libre la entrada por la senda; pero no sucedió asi, porque como los indios eran muchos y acostumbrados á semejantes asechanzas, se pusieron á la defensa por ambos sitios, y arrojando desde ellos contra los nuestros copia de piedras y zaetas envenenadas, les hacian grave daño: por lo que recelando Don Pedro de Alvarado su desastre, mandó retirar la gente á los alojamientos de la campaña. Mas aquí fueron acometidos con gran fúria de los indios Chignautecos, auxiliares de los Mixqueños (M. S. Xecul de Don Juan Macario, fólio 7): fué terrible y prolongado el combate entre uno y otro ejército: murieron en él mas de 200 Chignautecos y algunos Tlaxcaltecas, entre estos los valerosos Capitanes de su nación Don Juan Suchiat y Don Jerónimo Carrillo: muchos españoles salieron heridos: García de Aguilar hizo prodigios de valor en esta batalla, porque habiéndose quedado atrás en una retirada que hicieron los Españoles, cargaron sobre él mas de 400 indios, que cercándole á un tiempo por todas partes, después de largo rato de combate, bañado en sangre, perdió el caballo y las armas; mas el caballo, aunque sin ginete, á coces y manotadas, se supo defender de los indios que querían apresarlo: García de Aguilar, sacando un puñal que traía ceñido y haciendo con él grande estrago en los indios, dio tiempo á que le socorriesen seis caballos, los que le libraron, aunque con muchas heridas.

El suceso de este combate y la valiente resistencia de Aguilar, desanimaron de tal suerte á los de Chignauta, que tomaron la retirada para su pueblo, y á los tres dias después de esta victoria, vino al campo español un enviado de los Caciques de Chignauta con un presente de oro, plumas verdes y mantas blancas, proponiendo los recibiesen de paz, bajo la condición de que estuvie-