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mo si nunca hubiesen estado en poblado y tan feroces y caribes como si no hubiesen sido convertidos ni catequizados. Estos dos varones Apostólicos, como hemos dicho en el tomo 1º tratado 3º capítulo 3º, fiados en la protección de Dios, sin armas ni defensa alguna, entraron en la Talamanca y á costa de inmensos trabajos, hambres, sudores y fatigas, en los cinco años qne estuvieron entre los bárbaros lograron reducir á nuestra santa Fé, (según se dice en la crónica de los Colegios de Propaganda Fide, libro 5º capítulo 1º) mas de 40,000 almas, y fundar once pueblos con sus iglesias, en las tierras de los Talamancas y otros tres en las de las otras naciones.

El año de 1694 se fundó un hospicio de misioneros en esta Ciudad, del que fué nombrado por el M. R. P. Comisario General, primer Presidente el P. Fr. Melchor López: este V. Prelado asignó para que continuasen la conquista de la Talamanca á los varones Apostólicos Fr. Francisco de San José y Fr. Pablo de Rebullida: encamináronse estos dos Religiosos para Costa-Rica, y habiendo llegado á Cartago, hicieron misión en dicha ciudad, y entrando después en la montaña, fueron visitando las reducciones que habían fundado los W. PP. Fr. Melchor y Fr. Antonio, bautizaron muchos niños, casaron algunos adultos que ya eran cristianos: reedificaron las iglesias de los Talamancas y de los Terrabas, y radicaron en la fé á los indios convertidos. Después trataron de entrar á la numerosa nación de los Changuenes, cruel por estremo y guerrera, no solo con las otras naciones, sino también entre sus mismas parcialidades; pero sin embargo de unas cualidades tan contrarias al espíritu del cristianismo, logró el celo de estos Apóstoles de la Talamanca, sugetarlos en gran parte á la ley de Jesucristo. El P. Fr. Francisco de San José pasó á la isla de Toxas, poco distante de las tierras de los Changuenes: el P. Fr. Pablo de Rebullida trabajó incesantemente el espacio de mas de doce años en la conversión y catequismo de los espresados Changuenes: unas veces solo, y otras acompañado de algunos Padres de la provincia de Nicaragua ó del Colegio de Guatemala, sufriendo soles ham-