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muy por menor de todas las circunstancias de las referidas poblaciones de infieles y qué órden podrá haber para la entrada y pacificación de ellas. Por este mismo tiempo los Apostólicos Varones Fr. Francisco Salcedo y Fr. Antonio de Andrada, llenos de celo de la salvación de las almas, intentaron entrar á las referidas provincias á predicar el Evangelio; pero en los divinos decretos estaba destinado otro Estevan para Protomártir de las provincias de Honduras. Fué este el esclarecido Religioso Fr. Estevan Verdelete, el que movido fuertemente por el Espíritu del Señor para anunciar el Evangelio á estas naciones, no dejó piedra por mover, hasta poner por obra su vocación. Con este designio se alistó en la misión que trajo el P. Fr. Pedro de Arboleda el año de 1593: puesto en Guatemala estuvo siempre á la mira de como lograba ocasión de realizar sus intentos: no tardó mucho el Eterno en proporcionársela; porque habiéndose celebrado capitulo el año de 1603, fué electo Guardian de Gomayagua, empleo que admitió con el mayor júbilo, porque estando dicha ciudad cercana á la Taguzgalpa y Tologalpa, se le facilitaba la entrada á estas provincias. Comunicó sus designios con el P. Provincial, el que le dio licencia para que pasase á las tierras de los espresados infieles, tomase las medidas y tantease los medios mas convenientes para la reducción de estos gentiles.

Salió nuestro Guardian para su destino, donde con sus virtudes y bellos modales, se ganó la estimación de todos. Luego que llegó á Comayagua, procuró por cuantos medios pudo, informarse é inquirir por donde podría efectuar su entrada á las tierras de los Jicaques: habiendo adquirido algunas noticias y tanteado la tierra, determinó hacerla por el rio de la Nueva Segovia, guiado de unos indios, á quienes comunicó sus intentos; mas estos aleves, después de haberle facilitado la empresa, é introducídolo en la montaña con su compañero Fr. Juan de Monteagudo, los dejaron solos en aquel yermo, sin guia, alimento ni socorro humano, hasta que, á costa de mil trabajos, computando por el curso de los astros, el parage donde estaban, salieron por incultas breñas de