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Aunque los Religiosos de San Francisco desampararon el Convento de Granada, nunca faltaron operarios de este Orden que trabajasen en la viña del Señor en estas provincias de Nicaragua y Costa-Rica, mas no sabemos si tuvieron otro Convento fuera del de Granada, el de León y dos que se fundaron en los años posteriores, uno en la ciudad de Cartago y otro en la villa de Esparza. El año de 1557 llegó á Nicaragua el R. P. Fr. Pedro Ortiz, con una misión de treinta Religiosos, y convocando á capítulo, según las órdenes que traia, á los Padres de los Conventos de Nicaragua y Costa-Rica, salió electo en él, Ministro Provincial el mismo Fr. Pedro Ortiz, quedando de esta suerte establecida la provincia que se llamó de San Jorge de Nicaragua, cuya erección fué confirmada en el capítulo general celebrado en Paris el año de 1579. Inmediatamente se pobló de Monasterios la provincia de Nicaragua, que trabajan hasta el dia de hoy en repartir el pasto espiritual á sus moradores.

La Religión de Nuestra Señora de la Merced tiene dos encomiendas en las ciudades de León y Granada, y otra casa en la villa de Jerez de la Frontera: antes también tenía casas en la ciudad de la Nueva Segovia y en la villa del Realejo, y estaba á su cargo la doctrina de Sébaco.

Absolutamente ignoramos quienes predicaron la divina palabra, quienes catequizaron á los indios y quienes administraron los Santos Sacramentos á los Españoles de la provincia de Costa-Rica el largo espacio de treinta y ocho años, que corrieron desde el año de 1522 en que, como vimos ya, estaba fundada la ciudad de Cartago, hasta el de 1560 en que pasó de esta Ciudad de Guatemala á la referida provincia de Costa-Rica, el Apostólico Varón Fr. Pedro de Betanzos, de quien hemos hablado en el tomo 1º tratado 3º capítulo 3º, y á quien siguieron otros dos Religiosos; y el de 1568 que emprendieron la misma jornada otros tres Religiosos de esta provincia, de los cuales el V. P. Fr. Juan Pizarro logró rubricar su predicación con la sangre de sus venas y ceñir la corona del martirio, sufriendo cruel muerte por la fé de Jesucristo, á manos de los indios Cottos y Queppanos.