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algunos años sin que se diesen oidos á las instancias del Cabildo; mas no cesando las incursiones de los enemigos, el Presidente Don Alonso Criado de Castilla, mandó al piloto Francisco Navarro, examinase y reconociese si en toda aquella costa se hallaba otro puerto de mejores circunstancias, que los de la Caldera de Punta de Castilla y Puerto Caballos, que habían sido los mas frecuentados. En efecto, el dia 7 de Marzo de 1604, encontró este piloto un puerto en el Golfo de Guanaxos, inmediato al pueblo de Amatique, que pareció de mejores calidades que los referidos, y por celebrar la Iglesia dicho dia la fiesta de Santo Tomas de Aquino, se llamó el puerto de Santo Tomas, con el sobrenombre de Castilla, por atención al espresado Presidente; y se cometió al Alcalde Ordinario Don Estevan de Alvarado reconociese y sondease el espresado puerto, y hallándose este ventajoso respecto de los otros, se pasó á él el desembarco de las naves de España. El año de 1607 se trató con gran calor de la fortificación del referido puerto de Santo Tomas, para lo que se celebraron varias juntas, en las que nada se resolvió. Este mismo año de 1607 vino el Capitán Juan de Monasterios, con dos navios interesados, y aunque quisiera descargarlos en el nuevo puerto, pero viéndolo sin defensa alguna, hubo de hacerlo en Puerto Caballos. Habia hecho otro viage á estos puertos el año de 1605, el Capitán Monasterios, y estando para volverse, le acometieron los piratas Pié de palo y Diego el Mulato, con ocho navios de á 400 toneladas y cinco lanchas, en que venían 1400 hombres: los del referido Monasterios no eran mas que dos y la gente no era mucha, como que eran barcos mercantiles; pero era de tal valor este Capitán, que sin acobardarse por la inferioridad de sus fuerzas, puso á punto de guerra á sus dos naves, hizo que se confesase la gente y que estuviesen prevenidos y en vela. Acometiéronle los corsarios y del primer encuentro rindieron la Almiranta: intentaron hacer lo mismo con la Capitana, tres veces abordó el enemigo á dicha embarcación, con grande esfuerzo y ferocidad, y otras tantas fué repelido: á vista de tan valiente resistencia la acometió con toda su armada, hizo prodigios

Juarros.— Tomo II 11