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tan Chaves, acompañado de algunos caballos bien armados y á su lado Gaspar de Polanco, y haciendo seña de que pedia plática por medio de interprete, dijo una bien formada arenga, convidando al Cacique con la paz; mas este, enteramente determinado á la guerra, desechó todas las proposiciones de paz y á la última palabra de su respuesta, disparó una flecha, señal para que á carga cerrada, descargasen sobre Chaves y su escuadra una espesa lluvia de saetas, piedras y varas, que lo obligaron á retirarse á paso largo.

Bastantemente incómodo Hernando de Chaves con la repulsa de Copan Calel, después de muchos discursos y consultas con los principales Cabos del ejército, resolvió dar asalto el dia siguiente, por la parte del foso que pareció de menos riesgo. Preparada la infantería con sayos colchados de algodón, armados los soldados de espadas y defendidos con rodelas; los caballos encubertados, los ginetes resguardados con petos y celadas, se fueron acercando a las fortificaciones; pero sentidos de los Copanes, que los esperaban adornadas las cabezas con penachos y embrazadas rodelas de piel de danta, fueron vigorosamente rechazados: duró todo el dia el asalto; mas dándose buena maña los indios con sus saetas, picas y varas tostadas, se mantuvieron sin abandonar el puesto: es verdad que morían muchos al golpe de nuestros arcabuces y ballestas; pero eran prontamente repuestos otros: de suerte que viendo Chaves heridos muchos de los suyos, hubo de retirarse. Hallábase este valiente Capitán en el mayor conflicto: consideraba solicito y cuidadoso la dificultad de la empresa, en que por su propia voluntad y opinión se habia empeñado y lo que perdería el crédito de las armas Españolas, si desistía de su intento sin concluirlo, y no encontraba medio que tomar, ni consejo que seguir. Mas cuando asi revolvía en su mente tan tristes pensamientos, le llegó la noticia de que el foso que defendía la plaza de Copan, no era igualmente profundo por todas partes y que especialmente en un lugar que se le señaló no estaba muy hondo. Animado con este aviso, al dia siguiente se encaminó con sus tropas al sitio señalado, con resolución de asaltar la trin-