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dales contra los españoles, determinaron deshacerse de ellos: para cuyo efecto, reunidos en el pueblo de Cancuc y resueltos á cabar con todos los que no fuesen de su nación, dieron cruel muerte á algunos de los Ministros Evangélicos, como fueron los W. PP. Fr. Marcos de Lamburú, Fr. Nicolás Colindres, Fr. Simón de Lara y Fr. Juan Torres, todos del Orden de Santo Domingo; y apostatando de la Fé Católica que habían abrazado, reincidieron en la idolatría y sacrilegos ritos de su gentilidad. Y como su mayor encono fuese contra los vecinos de Ciudad Real, se encaminaron para dicha ciudad hasta acamparse en el pueblo de Güistan, distante seis leguas de ella. Los referidos vecinos, hallándose sin fuerzas para resistir á una tropa que se hace juicio seria de 15,000 indios, recurrieron al Cielo, y haciendo una solemne rogación á la Santísima Virgen, sacaron en procesión una Imagen que llaman Nuestra Señora de la Caridad, quien los socorrió en tan gran conflicto; pues al tercer dia de la rogación, que fué el de la fiesta de la Presentación de Nuestra Señora, consiguieron los nuestros (que eran en cortísimo número), una completa victoria de tan gran multitud de indios.

Con tan feliz principio se comenzó la reducción de estos pueblos rebeldes; y habiendo llegado á aquella provincia del Señor Don Toribio Cosío, Caballero del Orden de Calatrava, Gobernador y Capitán general de este Reino, con un lucido ejército, que llevó de esta ciudad, se concluyó con igual éxito la pacificación del partido de Tzendales. Dio cuenta de todo lo obrado el Señor Cosío á S. M., quien en cédula de 9 de Diciembre de 1715 le da las gracias, por el zelo con que entendió en la reducción de los espresados indios apóstatas; y por despacho del mismo dia, da también muestras de su real gratitud al Señor Obispo Don Fr. Juan Bautista Alvarez de Toledo y al Oidor Don Diego de Baños, Auditor de guerra y á otras personas que tuvieron especial influjo en esta empresa. Y en cédula de 24 de Abril de 1714, dirigida al mismo Señor Cosío, después de aprobarle todo lo ejecutado, le dice: y en señal de lo bien servido que me hallo de vos, he tenido por bien honraros con un titulo