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simple y pobre: no se les permitía el uso de manías de algodón, sino de unas telas de pita; y este se reducía á una camisa larga, cuya falda delantera la entraban por entre las piernas hacía atras y la de las espaldas la traían acia delante, ciñéndose con una toallita y abrigando con otra la cabeza. Este trage usan todavia algunos indios de las costas; aunque lo mas común es que los indios de tierras calidas anden desnudos, sin mas que el maztlate, que es un pano con que cubren las partes verendas.

Los indios bárbaros del Reino de Guatemala, á distinción de los de Sinaloa, que andaban enteramente desnudos, traen una toalla larga en la cintura, que entrando por la horcajadura les cubre las partes vergonzosas: los nobles usan esta toalla de algodon muy blanco; mas los plebeyos la hacen de cieta corteza, que puesta á la corriente del rio por algunos dias y despues bien batanada, parece una linisima ganuza de color anteado. Andan siempre pintados de negro: lo cual no es solo por gala, sino por preservarse de los mosquitos; ciñense las cabezas con una cinta de algodon blanca, o de otros colores y en ella prenden algunas plumas rojas; mas los Capitanes y Señores las usan verdes. Traen el pelo suelto acia las espaldas y pinjantes en los labios y las narices. LLevan el arco y la flecha en la mano y el carcax colgado al hombro.

De la crianza de los hijos: en esta materia se portaban los indios del Reino de Guatemala, como los Lacedemonios, los Espartanos, Cretenses y como las naciones mas cultas del universo; pues tenian seminarios en los lugares principales, unos para los niños y otros para las ninas, á cargo de personas provectas, prudentes y esperimentadas, en que se les daba la mejor educación (Torquem. 2 p. cap. 28). Y aunque en el día no se ven estos colegios; mas los padres ponen todo esmero en la educación de los hijos. Las madres les dan de mamar hasta que cumplen tres años, sin que jamas se vea que los den á criar á otra persona: llevanlos colgados á las espaldas y asi lavan y muelen, sirviéndoles el movimiento de la madre de blando arrullo. No los abri-