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que este Monarca manifestó de un agravio no tan grave, fué causa de que todo este Reino se abrasase con el furor de Marte por muchos años; pues todos los Señores de él tuvieron parte en esta campaña, unos como principales beligerantes y otros como auxiliares: el Rey del Quiché tuvo de su parte al de Guatemala y al de Tezulutlan; el Zutugil fué ayudado por los Pipiles y por los Mames. De aqui originaron otras campañas, haciéndose la guerra también los principales á los auxiliares y éstos unos á otros. Fué muy reñida la que se trabó entre los Kachiqueles y Pipiles, y no tuvo fin hasta el reinado de Nimahuinac, Rey de Guatemala, que alcanzando grandes ventajas sobre los Pipiles, precisó á Tonaltat, Señor de estos indios, á pedir la paz; mas esta no se les concedió, sino es con la condición de que se habian de obligar á una perpetua alianza y confederación con los Quichées y Kachiqueles. Igualmente hicieron la guerra los Quichées á los Mames, que se declararon auxiliares de Zutugulebpop, mandando el Rey Balam-Acan un ejército bajo los ordenes del Cacique Chuatza, que corrió toda la tierra del Señorío de los Mames, hostilizandolos de muchas maneras.

Sucedió en el trono de Utatlan á Balam-Acan, Maucotah, que hallándose en la campaña, allí mismo fué proclamado Rey del Quiché; y queriendo seguir la guerra, en venganza de la muerte de Balam-Acan, alistó 110,000 infantes en su ejercito y nominó por su Teniente General á Togilyahzá. Mas Zulugilebpop, victorioso y halagado de la fortuna, corrió las tierras altas del Quiché, talando y quemando sus sementeras y aldeas, y por último enderezó sus tropas contra la gran ciudad de Xelahuh, plaza fuerte del Reino del Quiché. El Rey Maucotah, que conocía muy bien la importancia de esta plaza, entresacó de su ejército 60,000 infantes para su defensa y destinó los 40,000 restantes para que asediasen algunas ciudades y plazas fuertes del Rey de Atitan, de los países bajos y orillas de la laguna, para asi obligarle á que abandonase el sitio de Xelahuh. Vino el Rey del Quiché con su ejército, contra el de Zutugil, que se hallaba delante del Castillo de Xelahuh: vióse este