Página:Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala Tomos I - II.pdf/337

Esta página ha sido corregida
—329—

Cuenta este ilustre Convento, entre sus alumnos, seis que han ceñido su frente con la corona del martirio. Los primeros que lograron esta dicha, fueron el P. Fr. Estevan Verdelet y Fr. Juan de Monteagudo, que habiendo entrado con inmensos trabajos á la Provincia de la Tologalpa, por los años de 1604, 1610 y 1611 y habiendo convertido muchos bárbaros á nuestra santa fé, les dieron cruel muerte los indios Taguacas, á principios del año de 1612. Llenos de santa envidia muchos Religiosos de esta Provincia, intentaron hacer entrada en las tierras de los citados infieles, por lograr la misma suerte que los VV. PP. Fr. Estevan y Fr. Juan; pero á los que Dios tenia destinada la aureola del martirio, fueron Fr. Cristóval Martinez, Fr. Benito Martin y Fr. Juan Vaena. Llamado el V. Fr. Cristóval, desde su juventud, por el espíritu del Señor, al ministerio de anunciar la fé á los indios de la Taguzgalpa, no dejó piedra por mover, para efectuar su vocacion. Con esta mira emprendió la carrera del estudio: con el mismo designio tomó el hábito de San Francisco, en este Convento de Guatemala; y despues de superadas mil dificultades, intentó por dos veces en vano la entrada á dicha provincia. Consiguiólo finalmente por los años de 1622: siendo bien recibido de sus moradores, envió al Hermano Juan Vaena ó Guatemala, para que le llevara otro Sacerdote que le ayudase, por ser mucha la miez. Volvió el espresado Hermano, con el P. Fr. Benito Martin y entre los tres lograron convertir mas de 6,000 almas á la fé de Jesucristo, en menos de dos años que estuvieron en aquellas tierras, Mas cuando con mayor felicidad corría el negocio de la conversion de estos infieles, estimuló el demonio á los indios Albatuinas, que cayendo sobre los tres santos Religiosos, les dieron muchos golpes y heridas, é hicieron otros martirios cruelísimos, con que acabando felizmente sus vidas, volaron sus benditas almas á recibir el premio de sus apostólicas tareas. Sucedió la feliz muerte de estos santos Varones, por el mes de Octubre de 1623. Aseguraron personas fidedignas, que habiendo ido á Roma al Capítulo general, que celebró el
 Juarros.—Tomo I. 22