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to no sacó de la referida jornada, sino prisiones y malos tratamientos. Por último, lleno de méritos, murió tan santamente como había vivido, dejando al Convento de Santo Domingo de Guatemala la gloria de que uno de sus individuos fuese fundador de la Provincia de Filipinas y que las ordenaciones de esta se pautasen por los estilos y prácticas de la de Guatemala.

Deben tambien engrosar este Catalogo los RR.PP. Fr. Francisco Gallegos y Fr. Agustin Cano, uno y otro Provincial de esta Provincia, que despreciando el temor de las flechas y anteponiendo la conversion de los gentiles á las comodidades de su celda, entraron á la conquista del Chol, partido situado adelante de la Verapaz. El primero hizo esta jornada por los años de 1675 y la repitió el de 76, acompañado del P. Fr. José Delgado, logrando bautizar en dichas dos espediciones, 2346 infieles, con los que formaron 11 pueblos. Mas habiéndose alzado y vuelto á la montaña por los años de 1678, entró á sacarlos el M. R. P. Mtro. Fr. Agustin Cano, el año de 85, logrando reconquistar algunos con que restableció el pueblo de San Lucas.

Entre los Religiosos Franciscanos, que han edificado á Guatemala con sus virtudes, toca de justicia el primer lugar al M. R. P. Diego Ordoñez, fundador de las Provincias de Guatemala y Zacatecas, y primer Consultor del Tribunal de la Inquisicion de Méjico. Concedió la Eterna Sabiduría a este insigne varon una vida larguísima; mas bien la hubo menester para hacer todo lo que hizo. Nació en la ilustre ciudad de Salamanca, el año de 1491, de la muy noble y antigua familia de los Ordoñez de Lara. Le dió el cielo tan portentoso talento, que á los doce años de su edad, ya estaba cursando Teología, con asombro de toda la Universidad. Pero cuando el mundo se le mostraba mas halagüeño, trató nuestro Diego de volverle las espaldas, abrazando el estado religioso. En este siguió la carrera de Cátedra, y leyó Teología con aplauso en la Universidad de Salamanca. Mas quien no quiso gozar los honores del siglo, menos aceptó los de la Religion. Próximo ya á jubilarse, se retiró á la Recoleccion de Santa Maria de