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Betlem. Novísimamente, el año de 1816, advirtiendo el Ilustrísimo Señor Doctor y Maestro Don Fr. Ramon Casaus, que desde la ruina que padeció esta Ciudad el año de 1773, se halla desierta la Iglesia de San Francisco, y por consiguiente, las reliquias del V. Pedro de San José, espuestas á que se las roben ó á que la humedad las acabe; determinó, conviniendo las partes interesadas, que se trasladen á la Capilla de la Tercera Orden de la Antigua Guatemala, que actualmente sirve de Iglesia y donde este Siervo de Dios se mandó sepultar; y para el efecto, mandó edificar un panteoncillo donde colorar las espresadas reliquias.

Hallándose ya seco el camarín que se construyó para colocarlas, el 16 de Abril de 1817 el Señor Arcediano, comisionado por S. S. Ilustrísima para esta traslacion, mandó citar para que Concurriesen en la Antigua Guatemala el dia 24, á los RR. PP. Provincial y Comisario de Terceros del Orden de San Francisco y Prior del Convento de Betlem; los Señores Promotor Fiscal y Notario, nombrados para el efecto. El dia 25 de Abril, en que se cumplían 150 años de la muerte del V. Pedro de Betancurt, juntos los Señores Comisionados y los Reverendos Padres que se citaron como partes y algunos otros Eclesiásticos, en la Iglesia de S. Francisco, se abrió una alacena, que se halla inmediata al Altar mayor, al lado de la epístola, donde pareció la caja que encierra los huesos del V. Fundador de la Religion Betlemitica: ésta se hallaba tan bien acondicionada, como si se acabara de poner, las cerraduras tan hermosas como si fuesen nuevas. Inmediatamente se puso la arca en manos de Sacerdotes, que la condujeron por dentro de la Iglesia, á la antigua Capilla de la Tercera Orden, verificándose esta traslacion á puertas cerradas, para evitar todo esceso en el pueblo, en dondo se depositó en el lugar prevenido y se cerró la alacena con tres cerrojos, cuyas llaves se entregaron al Señor Arzobispo, quien reservando una para sí, mandó entregar las otras dos á los RR. PP. Provincial de San Francisco y Prior de Betlem.

Las ansias y deseos que mostraron los moradores de