Página:Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala Tomos I - II.pdf/293

Esta página ha sido corregida
—285—

Bernardino Garcia Campero, Canónigo de Murcia, que no aceptó.

XII.—El Ilustrísimo Señor Don Fr. Andrés de las Navas y Quevedo, Natural de Baza, en el Obispado de Guadix, Religioso del Orden de Nuestra Señora de la Merced. Despues de haber servido con aplauso varias Prelacias de su Religion, fué electo Obispo de Nicaragua, el año de 1677. En 30 de Noviembre de 78, consagró en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced de Guatemala. Trabajó con empeño para aumentar el culto divino en la espresada Catedral: edificó el Colegio Tridentino y el Palacio Episcopal: alcanzó de la real piedad, que dotase las Cátedras de Gramática Latina y Teología Moral y que se aumentase en su Catedral la Dignidad de Maestrescuela. Fué trasladado á la Iglesia de Guatemala el año de 82, é hizo su entrada en esta Metrópoli el 24 de Marzo de 83. Por Octubre del mismo año, recibió sus Bulas y el 27 de Diciembre tomó posesion de esta Silla Episcopal. Procuró desempeñar las obligaciones de su ministerio: visitó dos veces su Diócesis: sostuvo con gran constancia los derechos de la Mitra contra los Jueces Reales. Murió á 2 de Noviembre de 1702, á los ochenta años de su edad, y se enterró en su Iglesia Catedral.

XIII.—El Ilustrísimo Señor Don Fr. Mauro de Larreategui y Colon, hijo de la Villa de Madrid y de padres nobles. Nació el año de 1650 y habiendo profesado la regla de San Benito, en el antiguo Monasterio de San Juan del Burgo, conmutó el nombre de Lorenzo en el de Mauro. Hecho Abad de su Monasterio y de otros, adornado con el título de Maestro General, ejerció el empleo de Predicador de los Reyes Carlos II y Felipe V. Exaltado á la Dignidad Episcopal, el año de 1703, conservó el mismo tenor de vida que en el estado monacal: tan rígido observante de la pobreza, que no tenia mas que un hábito, el que remendaba por sus propias manos. Llegó á esta Ciudad el 4 de Octubre de 1706. Aumentó en su Iglesia las Canogías Penitenciaria y Magistral. Habiendo comenzado el volcan de Guatemala, por los años de 1710, á arrojar fuego