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pormenores que serian de desear, creo que podrá estimarse al menos como un débil rayo de luz arrojado sobre esa parte de nuestra historia, que hasta ahora ha estado envuelta en las tinieblas.

Para evitar la confusion que podria tal vez ocasionar el presentar unidas sin separacion alguna, las diversas noticias de toda la época á que se refiere esta pequeña obra, me ha parecido conveniente dividirla en los tres periodos que están indicados por las mismas alteraciones notables que sufrió el comercio en cuanto al modo y reglas establecidas para su ejecucion, á saber: el que comprende desde la conquista hasta que fué estinguido el sistema de las flotas en 1778; el que comenzó con el reglamento de dicho año, conocido con el nombre de Ordenanza del comercio libre, hasta que se separó esta colonia de su antigua metrópoli en 1821, y el que ha trascurrido desde su independencia hasta hoy.

A esa separacion, que facilitará á los lectores de esta reseña el hacer comparaciones entre unos y otros periodos, y observar la parte que en ellos ha tenido la legislacion sobre el aumento ó diminucion del comercio, he procurado unir la concision que conviene á un escrito de esta naturaleza; porque no siendo su objeto demostrar cuáles son las reglas mas á propósito para fomentar el cambio mercantil entre las naciones, ni la benéfica influencia que éste ejerce en cuanto al progreso material é intelectual de las sociedades, sino presentar simplemente un resúmen histórico de los hechos que, respecto de México, puedan servir de instruccion á las personas que se dedican al estudio de esta parte de la ciencia económica, entiendo que los datos que en ella se encuentran, dicen por sí solos mucho mas que cuanto pudiera añadirse sobre una materia en que los números hablan mas que las palabras.

Si la publicacion de este resúmen histórico contribuye de alguna manera á que desaparezcan algunos de los errores que tanto han contribuido á mantener estacionaria nuestra pobre sociedad, y á que comparándose la miserable existencia comercial que hasta hoy tiene, respecto de otros pueblos menos privilegiados por la naturaleza, se adopten los medios que la razon aconseja para sacarla del abatimiento en que se halla, quedaré ampliamente recompensado de la tarea que me impuse al escribirla, y del no corto tiempo que he empleado en reunir todos los datos que la acompañan.

México.—1853.

Miguel Lerdo de Tejada.