27. El dia del rukan la concurrencia es numerosísima i cada huesped es recibido por una fenomenal gritería i las mujeres a su vez dicen: «Forastero, forastero, hijita, trae una frazada nueva.»
28. Las jóvenes araucanas corren de un estremo a otro en busca de pellejos, lamas i pontros con el objeto de tenerlos listos i colocarlos en los asientos de los convidados [1].
29. Los trabajadores a fin de estar mas contentos gritan i al compas de su grito trabajan alegres i ufanos.
30. Están siempre separados. La mitad está abajo i se ocupa en tirar la ratonera, miéntras que un grupo que está arriba la recibe, la estiende i la ata por medio del lazo de yeibun.
- ↑ Tanto el rico como el pobre en la ruka araucana jamas encontrarán el banco pelado, es decir, el asiento sin pontro, sin lama, sin manta o sin un humilde pellejo.
Este carácter es propio e innato en la raza araucana. ¡Qué contraste con el de la raza conquistadora en donde el pobre encuentra solo la burla i el desden de sus consanguíneos!