Página:Comentarios de la guerra de las Galias (1919).pdf/288

Esta página no ha sido corregida
284
 

selvas muy embarazosas y con un río muy profundo, y le cercaron todo. Los nuestros, averiguada la intención de los enemigos, prevenidos de armas y valor para la batalla, y no rehusando peligro alguno, por saber que los seguían las legiones, llegaron al paraje en varios escuadrones. Con su venida pensó Correo que se le había ofrecido la ocasión del logro de su empresa; y así se mostró a lo primero con poca gente, y arremetió a las partidas que tenía más inmediatas. Los nuestros sufrieron constantemente el ataque de los emboscados, sin juntarse el mayor número, como sucede en los choques de a caballo, así por algún temor como por el daño que se recibe de la misma multitud de la caballería.

XIX. Como ésta pelease a pelotones, dispuestas alternativamente las compañías, sin permitir que los cercasen por los lados, salió corriendo todo el resto de las selvas mientras Correo peleaba. Trabóse la batalla muy reñida, la cual mantenida largo rato sin conocida ventaja, se dejó ver poco a poco la multitud de infantería en forma de batalla, la cual obligó a retirarse a nuestra caballería; pero acudió presto a su socorro la infantería ligera, que dije había marchado delante de las legiones, y peleaba con grande esfuerzo entreverada con los caballos. Peleóse algún tiempo con igual resistencia; mas después, como el lance lo pedía de suyo, los que sostuvieron los primeros encuentros de la emboscada, por esto mismo eran superiores, porque aunque fueron cogidos de sobresalto, no habían recibido daño alguno. Entretanto se iban acercando ya las legiones,