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gloria y superioridad experimentada en las armas, usurparnos las heredades y poblaciones e imponernos el yugo de una eterna esclavitud, puesto que nunca hicieron a otro precio la guerra? Y si ignoráis lo que sucedió a las naciones lejanas, ahí tenéis vecina la Galia, que, convertida en provincia suya, mudado el gobierno, sujeta a su tiranía, se ve oprimida de perpetua servidumbre." LXXVIII. Tomados los votos, deciden "que los inútiles por sus ajes o edad despejen la plaza, y que se pruebe todo primero que seguir el consejo de Critognato; pero a más no poder, si tarda el socorro, se abrace, antes que admitir condición alguna de rendición o de paz". Los Mandubios, que los habían recibido en la ciudad, son echados fuera con sus hijos y mujeres. Los cuales, arrimados a las trincheras de los Romanos, deshechos en lágrimas, les pedían rendidamente que les diesen un pedazo de pany serían sus esclavos. Mas César, poniendo guardias en la barrera, no quería darles cuartel.

LXXIX. Entretanto Comio y los demás comandantes llegan con todas sus tropas a la vista de Alesia, y, ocupada la colina de afuera, se acampan a una milla de nuestras fortificaciones. Al día siguiente, sacando la caballería de los reales, cubren toda aquella vega, que, como se ha dicho, tenía de largo tres millas, y colocan la infantería detrás de este sitio, en los recuestos. Las vistas de Alesia caían al campo. Visto el socorro, búscanse unos a otros; danse mil parabienes, rebosando todos de alegría.

Salen, pues, armados de punta en blanco, plántanse