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que militaban muchos en su campo, y también a Diviciaco y Lisco, que tenía el supremo magistrado (que los Eduos llaman Vergobreto[1], y es anual, con derecho sobre la vida y muerte de sus nacionales), quéjase de ellos agriamente, porque, no pudiendo haber trigo por compra ni cosecha en tiempo de tanta necesidad y con los enemigos a la vista, nocuidaban de remediarle; que, habiendo él emprendido aquella guerra obligado en gran parte de sus, ruegos, todavía sentía más el verse así abandonado.

XVII. En fin, Lisco, movido del discurso de César, descubre lo que hasta entonces había callado, y, era "la mucha autoridad que algunos de su nación tenían con la gente menuda, los cuales, con ser unos meros particulares, mandaban más que los mismos magistrados; ésos eran los que, vertiendo especies sediciosas y malignas, disuadían al pueblo que no aprontase el trigo, diciendo que, pues no pueden hacerse señores de la Galia, les vale más ser vasallos de los Galos que de los Romanos, siendo cosa sin duda que, si una vez vencen los Romanos a los Helvecios, han de quitar la libertad a los Eduos no menos que al resto de la Galia; que los mismos descubrían a los enemigos nuestras trazas y cuanto acaecía en los reales, y él no podía irles a la mano; antes estaba previendo el gran riesgo que corría su


  1. Vergobretum: de las palabras célticas guerg, efficaa y breth, judicium; equivale a judicium exsequens, y significa "aquel que tiene poder ejecutivo".