Página:Comentarios de la guerra de las Galias (1919).pdf/247

Esta página no ha sido corregida
243
 

lejos de Gergovia, igualmente que del alzamiento de los Eduos y de la dichosa revolución de la Galia, y los Galos en sus corrillos afirmaban que César, cortado el paso del Loire y forzado del hambre, iba desfilando hacia la Provenza. Los Beoveses al tanto, sabida la rebelión de los Eduos, siendo antes de suyo poco fieles, comenzaron a juntar gente y hacer a las claras preparativos para la guerra. Entonces Labieno, viendo tan mudado el teatro, conoció bien ser preciso seguir otro plan muy diverso del que antes se había propuesto. Ya no pensaba en conquistas ni en provocar al enemigo a batalla, sino en cómo retirarse con su ejército sin pérdida a Agendico, puesto que por un lado le amenazaban los Beoveses, famosísimos en la Galia por su valor, y el otro le guardaba Camulogeno con mano armada. Demás que un río caudalosísimo cerraba el paso de las legiones al cuartel general donde estaban los bagajes. A vista de tantos tropiezos, el único recurso era encomendarse a sus bríos.

LX. En efecto, llamando al anochecer a consejo, los animó a ejecutar con diligencia y maña lo que ordenaría; reparte a cada caballero romano una de las barcas traídas de Melun, y a las tres horas de la noche les manda salir en ellas de callada río abajo y aguardarle allí a cuatro millas. Deja de guarnición en los reales cinco cohortes que le parecían las menos aguerridas; a las otras cinco de la misma legión manda que a media noche se pongan en marcha río arriba con todo el bagaje, metiendo mucho ruido.

Procura también coger unas canoas, las cuales, agi-