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empezaron a dar voces y hacer señas a los Romanos de la fuga intentada. Por cuyo temor, asustados los Galos, desistieron del intento, recelándose que la caballería romana no les cerrase los caminos.

XXVII. César el día inmediato, adelantada la torre y perfeccionadas las baterías conforme las había trazado, cayendo a la sazón una lluvia deshecha, se aprovechó de este incidente, pareciéndole al caso para sus designios; y por haber notado algún descuido en las centinelas apostadas en las murallas, ordenó a los suyos aparentasen flojedad en las maniobras, declarándoles su intención. Exhortando, pues, a las legiones, que ocultas en las gale rías estaban listas, a recoger de una vez en recompensa de tantos trabajos el fruto de la victoria, propuso premios a los que primero escalasen el muro, y dió la señal del asalto. Inmediatamente los soldados volaron de todas partes, y en un punto cubrieron la muralla.

XXVIII. Los enemigos, sobresaltados de la novedad, desalojados del muro y de las torres, se acuñaron (1) en la plaza y sitios espaciosos, con ánimo de pelear formados, si por algún lado los acometían.

Mas visto que nadie bajaba al llano, sino que todos se atropaban en los adarves, temiendo no hallar después escape, arrojadas las armas, corrieron de tro(1) César: cuneatim constiterunt. Esta evolución se hacía en forma triángular por la frente angosta, y ensanchándose poco a poco por los lados, que cubría por detrás una línea de banda a banda en forma de cuña.