Página:Comentarios de la guerra de las Galias (1919).pdf/190

Esta página no ha sido corregida
186
 

habitan en ellos con gran fama de justicia y gloria militar, hechos ya al rigor y pobreza de los Germanos y a sus alimentos y traje. A los Galos la cercanía del mar y el comercio ultramarino surte de muchas cosas de conveniencia y regalo; conque, acostumbrados insensiblemente a experimentar la superioridad de los contrarios y a ser vencidos en muchas batallas, al presente ni aun ellos mismos se comparan en valor con los Germanos.

XXV. La selva Hercinia, de que arriba se hizo mención, tiene de ancho nueve largas (1) jornadassin que se pueda explicar de otra suerte, pues no tienen medidas itinerarias. Comienza en los confines de los Helvecios, Nemetes y Rauracos, y por las orillas del Danubio va en derechura hasta las fronteras de los Dacos y Anartes. Desde allí tuerce a mano izquierda por regiones apartadas del río, y por ser tan extendida, entra en los términos de muchas naciones. Ni hay hombre de la Germania conocida que asegure haber llegado al principio de esta selva aun después de haber andado sesenta días de camino o que tenga noticia de dónde nace. Sábese que cría varias razas de fieras nunca vistas en otras partes. Las más extrañas y notables son éstas:

XXVI. Cierto buey parecido al ciervo (2), de cuya frente, entre las dos orejas, sale un cuerno (1) Cuales suelen ser las que anda uno que va horro o a la ligera, y eso es lo que César quiere significar con de cir: latitudo novem dierum iter expedito patet.

(2) César describe el reno.