Página:Comentarios de la guerra de las Galias (1919).pdf/187

Esta página no ha sido corregida
183
 

tormentos cruelísimos. Los entierros de los Galos son a su modo magníficos y suntuosos, quemando con ellos todas las cosas que, a su parecer, amaban más en vida, inclusos los animales; y no ha mucho tiempo que solían, acabadas las exequias de los difuntos, echar con ellos en la misma hoguera sus slervos y criados más queridos.

XX. Las repúblicas más acreditadas por su buen gobierno tienen por ley inviolable que, cuando alguno entendiere de los comarcanos algún rumor o voz pública tocante al Estado, la declare al magistrado, sin comunicarla con nadie, porque la expe riencia enseña que muchas veces las personas inconsideradas y sencillas se asustan con falsos rumores, dan en desafueros y toman resolución en asuntos de la mayor importancia. Los magistrados callan lo que les parece, y lo que juzgan conveniente propónenlo al pueblo. Del gobierno no se puede hablar sino en consistorio.

XXI. Las costumbres de los Germanos son muy diferentes, pues ni tienen druidas que hagan oficio de sacerdotes ni se curan de sacrificios. Sus dioses son solos aquellos que ven con los ojos y cuya beneficencia experimentan sensiblemente, como el sol, el fuego y la luna; de los demás ni aun noticia tlenen.

Toda la vida gastan en caza y en ejercicios de la milicia. Desde niños se acostumbran al trabajo y al sufrimiento. Los que por más tiempo permanecen castos se llevan la palma entre los suyos. Creen que así se medra en estatura, fuerzas y brfos. El conocer mujer antes de los veinte años es para ellos de gran-