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tos, no teniendo dónde refugiarse, por estar secas las lagunas que en otro tiempo les sirvieron de guarida, vinieron a caer casi todos en manos de Labieno. Por otra parte, los legados Quinto Titurio y Lucio Cota, que habían conducido sus legiones al país de los Menapios, por haberse éstos escondido entre las espesuras de los bosques, talados sus campos, destruídas sus mieses e incendiadas sus habitaciones, vinieron a reunirse con César, quien dispuso en los Belgas cuarteles de invierno para todas las legiones. No más que dos ciudades de Bretaña enviaron acá rehenes; las demás no hicieron caso. Por estas hazañas, y en vista de las cartas de César, decretó el Senado veinte días de solemnes fiestas en acción de gracias.