El Sr. D. José Sebastian Segura, á quien comuniqué este volúmen, ya impreso, me indicó varias correcciones, que recibí con el debido aprecio y agradecimiento. Las anoto en seguida, juntas con otras que á mí me ocurrieron, despues de hecha la impresion.
Pág. 3, col. I. — En el soneto de Fr. Diego de Requena, verso quinto, sobra una sílaba. Sin duda el autor escribió espirtu, en vez de espíritu: contraccion de que no faltan ejemplos en los poetas.
Pág. 3, col. 2. — El undécimo verso del soneto de D. Miguel Cueva no consta: quedaria bien con una simple trasposicion de palabras, así:
Pág. 12, col. 2, lín. 5. — En vez de trampas, diria el original trazas, como lo pide el consonante.
Pág. 46, col. 1, lín. 22, subiendo. — Quítese la coma despues de hombre.
Pág. 57, col. 2, lin. 5, subiendo. — Dice arguidos léase argüidos.
Pág. 229, col. 2, lín. 20. — Dice Ya te haces coplero, léase con interrogacion.
Pág. 272, col. 1, lín. 29. — Dice Gielo, léase Cielo.
Pág. 312, col. 1, lín. 8, subiendo. — Dice «Al qué es, qué es y qué juguemos, léase Al qué es, qué es y qué es juguemos.
En las notas se han corregido otras erratas.
7ª El Sr. Segura me propone otra correccion á este verso, así:
Vézelo, por acostúmbrelo, como en la pág. 23, col. 2.
22ª Duda el Sr. Segara de la necesidad de mi correccion, y entiende el verbo tocar en la acepción de «peinar el cabello, componerlo con cintas, lazos y otros adornos. »
36ª En confirmacion de que la voz ar-