gándole y molestándole decia, que bien parecia el poco amor que le tenia, y que más le amaba ella á él, que no él á ella; y echándole en su regazo, tanto le importunó, que fué con ella al árbol vedado, y Eva en presencia de Adán comió, y dióle á él también que comiese; y en comiendo, luego conocieron el mal que habian hecho; y aunque ellos se escondian cuanto podian, no pudieron hacer tanto, que Dios no los viese; y vino con gran majestad, acompañado de muchos ángeles; y después que hubo llamado á Adan, él se excusó con su mujer, y ella echó la culpa á la serpiente, maldiciéndolos Dios y dando á cada uno su penitencia. Trajeron los ángeles dos vestiduras bien contrahechas, como de pieles de animales, y vistieron á Adán y á Eva. Lo que más fué de notar fué el verlos salir desterrados y llorando: llevaban á Adan tres ángeles, y á Eva otros tres, é iban cantando en canto de órgano Circumdederunt me. Esto fué tan bien representado, que nadie lo vió que no llorase muy recio: quedó un querubin guardando la puerta del paraíso, con su espada en la mano. Luego allí estaba el mundo, otra tierra cierto bien diferente de la que dejaban, porque estaba llena de cardos y de espinas, y muchas culebras: tambien habia conejos y liebres. Llegados alli los recien moradores del mundo, los ángeles mostraron á Adan cómo habia de labrar y cultivar la tierra, y á Eva diéronle husos para hilar y hacer ropa para su marido é hijos; y consolando á los que quedaban muy desconsolados, se fueron cantando por desechas,[1] en canto de órgano, un villancico que decía:
«Para qué comió
«La primer casada,
«Para qué comió
«La fruta vedada.
«La primer casada,
«Ella y su marido,
«A Dios han traido
«En pobre posada,
«Por haber comido
«La fruta vedada.
«Este auto fué representado por los indios en su propia lengua, y así muchos de ellos tuvieron lágrimas y mucho sentimiento, en especial cuando Adán fué desterrado y puesto en el mundo.»
Es digno de notar que se cantaran esos versos castellanos por
- ↑ Desecha es «un cierto género de cancioncita con que se acaba el canto.» Y desecha vale despedida cortés. (Covarrubias, Tesoro) El Diccionario vulgar no ha conservado esta acepcion.