Acusando sus pecados
Del castigo de Dios teme,
Y pídele perdon dellos,
No una, sino mil veces.
Yo de mí por ti me olvido
Que mi cuidado es aqueste,
Los sospiros que á ti fueron
Cargados vienen de bienes.
Tú me ganas de perdido,
Tú, Jesus, eres mi albergue,
Otro gusto no me rija,
Y otra luz no me gobierne.
Descanso de mi cansancio,
Tesoro y bien de los bienes,
Tanta multitud de daños
No los mires ni los cuentes.
No me quede culpa alguna,
Por esa sangre que viertes:
Sin ti no hay bien que se logre
Ni pecado que se emiende.
Pelícano Hierónimo está hecho,
Abriendo sus entrañas piedra dura:
Arroyos sanguinosos vierte el pecho,
Hinchiendo á su deseo de hartura:
Abraza el Crucifijo tan estrecho
Que muestran ser los dos una figura:
Con el dolor en Cristo transformado
Está, no estando en cruz, crucificado.
Juzgaran estar muerto por muy cierto,
Y el santo vivas lágrimas derrama;
Pensando su leon que estaba muerto,
Con grande sentimiento escarba y brama:
Hierónimo está solo en el desierto
Y es Cristo la compaña que él más ama,
Mirándole los piés, manos, costado,
Está, no estando en cruz, crucificado.
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
POR LOS MISMOS CONSONANTES.
Misterios soberanos Cristo ha hecho,
Abriendo sus entrañas de dulzura,
Arroyos de su gracia vierte el pecho
Hinchendo el cielo y tierra de hartura:
Encierra el mar inmenso en un estrecho,
Dió espíritu de vida á la figura,
Y el inefable bien y quien lo ha dado
Está, con ser sin suma, aquí sumado.
De todo nuestro mal remedio cierto,
Consuelo del que lágrimas derrama,
Leon que sobre el hijo que está muerto
Por darle eterna vida siempre brama:
Perfecta guía y luz deste desierto,
Amor que del principio al fin nos ama:
Aquel poder que todo lo ha criado
Está, con ser sin suma, aquí sumado.
¿Quién es el sol radiante
Más que el sol claro y mayor?
San Hierónimo el Dotor,
Que en la Iglesia militante
Dió divino resplandor.
Nació este sol en el suelo
Y en la gloria resplandece,
Porque su curso fenece
En las alturas del cielo:
¿Quién cual sol está delante
De su mismo Criador?
San Hierónimo el Dotor,
Que en la Iglesia militante
Dió divino resplandor.
Ilustró con pura ciencia
Dificultades obscuras,
Y en exponer escripturas
Tuvo luz por excelencia:
¿Quién sube al cielo constante
Con plumas de gran valor?
San Hierónimo el Dotor,
Que en la Iglesia militante
Dió divino resplandor.
Hiere con la piedra dura
Hierónimo el tierno pecho:
Si piedra llaga le ha hecho,
Con Cristo piedra se cura.
Lo que ofende á su salud
El golpe que en si dispara,
Cristo piedra lo repara
Con su divina virtud.
Jesús divina dulzura
Váse al corazon derecho:
Si piedra llaga le ha hecho,
Con Cristo piedra se cura.
La piedra, de valor falta.
Tocándola el santo en sí,
La torna fino rubí