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de la religion christiana.

pos de las bestias; opinion mas digna de un bufon, que quiere hacer reir, que no de un Filóso grave.

Pero se le puede disputar á Dios, que ha criado al hombre, el poder de resucitarlo? ¿No es mucho mas dificil dar el sér á lo que no es, que renovar lo que ya ha sido, despues de su destruccion? Y no digo bien su destruccion, porque lo que parece destruido y vuelto á la nada, no lo es efectivamente. Todo cuerpo, ora se resuelva en cenizas y polvo, ora se exhale en vapores y en humo, se desvanece verdaderamente, y es perdido para nosotros; pero los elementos se conservan en toda su entereza, y no los pierde Dios de vista en todas las alteraciones que padecen. Por lo demás, nosotros no creemos, que la costumbre de quemar los cuerpos pueda servir de obstáculo á la resurreccion; pero conservamos el uso de depositarlos en la tierra, como mas an tiguo y natural. nológissebb oldinrod saansond

Repara, que toda la naturaleza, como para despertar y mantener nuestra fe, nos ofrece por todas partes una imagen de la resurreccion. El sol y todos los astros salen y se ponen cada dia: las flores mueren y renacen todos los años: los árboles, parece, que envejecen, quando se des pojan, y que rejuvenecen por el contrario, quando se cubren de hojas: las semillas finalmente se corrompen antes de multiplicar. Pues así los cuerpos despues de la muerte, como los árboles durante el

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