Página:Coleccion de los apologistas antiguos de la religion christiana - Tomo primero (uc1.31822035064245).pdf/228

Esta página no ha sido corregida
182
Coleccion de apologistas

de lluvia al árido Egipto: el Eufrates fertiliza los campos de Mesopotámia: el Indo riega y fecunda[1] los de Levante. Con que si quando entras en una casa, donde todo está limpio, arreglado, y dispuesto con algun gusto, no dudas que habrá un Señor mas digno de aprecio todavía, que lo que ven tus ojos; ¿por qué, quando te pones a mirar el cielo y la tierra, no has de creer tambien, que este inmenso palacio, en que por todas partes resplandece el orden, la sabiduría y la magnificencia, es obra de un Señor muy superior á todo lo que ha hecho?

Pero supuesto que no puede ponerse en duda' fa Providencia, acaso dudarás solamente, si se han de admitir muchos Moderadores del universo, ó uno solo. Es cosa muy facil saber á que ätenerse en esta parte, si se ha de juzgar del un perio del cielo por los reynos de la tierra. ¿Comenzó nunca la division de la soberanía de buena fe, ó cesó sin efusion de sangre? Nada digo de los Persas, á quienes el relincho de un caballo les dió un Rey, ni de la fábula de los dos hermanos Soberanos de Tebas, que se degolláron mutuamente.

El reynado de los dos Mellizos sobre pasto-

  1. Octavio dice, siembra, lo qual de ninguna manera puede convenir á un rio, por muy fecundas que se supongan sus, aguas. Nos ha parecido reducir la hipérbole á su justo valor, substituyendo fecunda á siembra.