Página:Coleccion de los apologistas antiguos de la religion christiana - Tomo primero (uc1.31822035064245).pdf/225

Esta página ha sido corregida
179
de la religion christiana.

nocerse á sí mismo, sin conocer al universo con quien está unido, y sin conocer á Dios, que es autor de todo. Para portarse uno bien en la sociedad civil, es preciso que forme primero idea de esta gran sociedad de todos los seres y la principal diferencia que hay entre el hombre y la bestia consiste, en que esta, inclinada hácia tierra, no se emplea sino en buscar su alimento; y el hombre, que tiene el rostro levantado para contemplar el cielo, está dotado de razon para conocer á Dios, y para imitarle de suerte que sería un crímen, qué cerrase los ojos á unal luzo tan resplandeciente, ó que buscase sobre la tierra lo que no podemos hallar sinó en el cielo.

¡Extraña ceguedad! atribuir al acaso mas bien que à Dios, la formacion admirable del universo! Hay cosa mas manifiesta ni mas incontestable,, si se considera el cielo, la tierra, y toda la naturaleza; hay, repito, cosa mas manifiesta ni mas incontestable, que la existencia de un Dios, de una Inteligencia infinita, que dió sér al universo, que lo aníma, lo mueve, lo conserva y lo rige? Véase sino la inmensidad de los cielos, la rapidez de su revolucion, cómo están sembrados de luminares durante la noche, y cómo uno solo esparce la luz por todas partes durante el dia.

¿Y desconocerás todavía á su divino Autor? El sol, cuyo curso es la medida del año; la luna, cuyas fases distinguen las diferentes partes

Tom. I.
Ff