Página:Coleccion de los apologistas antiguos de la religion christiana - Tomo primero (uc1.31822035064245).pdf/220

Esta página ha sido corregida
174
Coleccion de apologistas

rantes, y el mas glorioso para los sabios. Yo no hallo cosa mas admirable acerca de esto, y al mismo tiempo mas digna de ser imitada, que la respuesta del Poeta Simónides, á quien el Rey Hierón empeñó varias veces, para que le dixera lo que pensaba acerca de los Dioses. Pidió Simónides primero un dia para reflexionarlo; pidió luego dos, y luego quatro; y por fin le respondió al Tirano, despues de tantas dilaciones, que quanto mas pensaba en aquella pregunta, tanto mas dificultosa hallaba su resolucion.

Yo, por mi parte, opino, que es preciso dexar las cosas en el estado de duda en que están, y no decidir temerariamente, quando tantos hombres grandes se mantienen dudosos; porque de lo contrario nos exponemos á introducir una supersticion ridícula, ó á destruir toda Religion.

Así habló Cecilio; y con cierto ayre de sonrisa, porque su desenfrenada cólera habia calmado mucho durante su discurso, ¿qué tiene, dixo, que responder Octavio, de la raza de Plauto, y el primer Panadero sin contradiccion[1], ya que no sea el primero de los Filósofos?

  1. La obligacion de tradutor nos ha precisado á conServar fria bufonada, con esta que Cecillo pretende echar en cara á los Christianos la baxeza de su condicion, y la miseria de la mayor parte de ellos, aludiendo á los cuentos que se han publicado acerca de Plauto, de quien se dice, que sé vió precisado á trabajar en casa de un Panadero, para ganar la vida.