distante 92 leguas de la Asumpcion, que habitan los Payaguás. Hizo el general volver desde allí á la Asumpcion cinco bergantines con las canoas, y dejó los otros dos con 50 españoles, proveidos para dos años; por capitan á D. Francisco de Mendoza,[1] con órden de mantenerse en aquel sitio dos años, encargándole tuviese gran cuidado con los indios, no le sucediese lo que á Juan de Oyolas, hasta que volviese.
Empezó su viage con 300 cristianos, 130 caballos y 2,000 Cários, y en ocho dias continuos no halló nacion alguna. Al noveno, y á las treinta y seis leguas del monte de San Fernando, dimos en los Naperús, indios que se mantienen de caza y pesca. Son altos y robustos. Las mugeres son feas, y desde la cintura á la rodilla traen un paño. Cuatro dias despues llegamos á los Mapais,[2] nacion muy populosa. Son tan sugetos á sus principales, que precisan á los indios á servirlos, como sirven en Alemania los rústicos á los nobles.
Tienen abundancia de frutos de maiz, mandioca, batatas, mandubí, pacobas, y otras raices y cosas de comer. Hay muchos ciervos, ovejas indias, avestruces, anades, gansos, gallinas y otras muchas aves. En los bosques hay mucha miel, que gastan en hacer vino y otros usos; y cuanto mas adelante se camina, tanto es mas fértil la tierra. Todo el año hay maiz y raices que comer en esta provincia.
Las ovejas, que llaman huanacos, son de dos géneros, domésticas y monteces, de que usan para carga, andar á caballo y otros ministerios, como usamos de los caballos: y en esta jornada, por estar malo de una pierna, anduve mas de cuarenta leguas en una. En el Perú portean las mercaderias en ellas.[3] Los indios son altos y belicosos, que solo cuidan de las cosas de guerra: las indias son hermosas, y andan cubiertas como las antecedentes. No trabajan en el campo, antes los indios tienen el cuidado de sustentar la familia, ni en casa hacen mas que hilar ó teger algodon, ó guisar la comida
- ↑ Barco, can. 1. Artus en su traduccion dice que fué Pedro Diaz. cap. 24 al fin, fol. 45.
- ↑ Ignoramos cual sea esta tribu, de la que ninguna mencion se hace en las demas histórias de la conquista.—El editor.
- ↑ De estas ovejas escriben Acosta, (lib. 4, cap. 36 y 41; y Lopez, part. 2, cap. 142), que no se hallan en otra parte que en la tierra del Perú, y que son de dos géneros, domésticas y silvestres, de las cuales estas tienen mas blanda la lana, aquella gruesa. Pueden llevar desde 50 á 100 libras de carga: tambien se usa andar en ellas á caballo, pero despacio. Fatigadas, vuelven la cabeza al caballero, y échanle en la cara una agua que hiele: echadas con la carga, no se levantan, aunque las maten á palos, y quitandoles la carga, se levantan. Al vivo van pintadas; pero mejor Garcilaso, Comentários Reales, tom. I.