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AL RIO DE LA PLATA.

habian tratado, volvimos al Adelantado, que aprobó lo hecho; y viendo la mayor parte de su gente enferma y flaca, y la poca aficion que le tenian,[1] se volvió con ella, por el rio Paraguay, á la ciudad de la Asumpcion, donde le repitieron las calenturas, y en catorce dias no salió de casa, mas por soberbia que por su enfermedad: tratando mal y con poca decencia á los soldados, que debiera tratar apaciblemente; dando sin aspereza las órdenes,[2] respondiendo á todos con mansedumbre, haciéndoles creer que era mas prudente y virtuoso que los súbditos.


CAPITULO XL.
Es preso Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, y enviado al Rey, y en su lugar elegido Domingo de Irala.

Viéndose la gente despreciada de Alvar Nuñez, determinó unánime, noble y plebeya, enviarle preso al Rey; avisándole lo mal que se habia portado en el gobierno. Y entraron en su casa, el dia de San Marcos, Alonso de Cabrera, Francisco de Mendoza y Garcia Vanegas con 200 soldados, y lo prendieron cuando menos lo recelaba:[3] Tuviéronle preso un año, hasta que previnieron una caravela con bastimento, marineros y otras cosas necesarias, para enviarle al Emperador con otros dos caballeros.

Eligió despues la ciudad por capitan á Domingo de Irala,


  1. Era causa de este odio que no dejaba cautivar á los indios, ni hacerles los daños á que estaba acostumbrada esta gente. Herrera, Decada 7; lib. 2, cap. 11 y 12, fol. 198.
  2. El autor largo en estos consejos, fuera mejor que dijera la verdad, pues en Cabeza de Vaca nunca hubo que reprender: solicitaba observar las órdenes reales en favor de los indios; guardar las leyes entre los españoles, é impedir el nuevo quinto, que sin razon habian impuesto los Oficiales reales en el maiz, manteca, miel, pescados y otros alimentos. Esto causó el odio de todos los que deseaban ser ladrones y crueles con españoles é indios. Cabeza de Vaca, cap. 18, fol. 16.
  3. Herrera Decada 7, lib. 9, cap. 11 y 12, fol. 199 y 200, cuenta la verdad y causa de los rebeldes para esta maldad, y los falsos testimonios que le levantaron para engañar al pueblo. Cabeza de Vaca, cap. 74 y 75; y se admira Barco, canto 5, de que en España se tolerase sin dar el castigo correspondiente: y mas, habiendo absuelto el Consejo á Cabeza de Vaca, de que tanto le imputaron. Herrera, Decada 7, lib. 11, cap. 13.