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COLÓN

historiadores á no disimular tales defectos, para ejemplo y corrección de sus semejantes, también supieron aprovechar estas sombras para dar mayor realce y brillo á sus pinturas, que no quieren ó no saben imitar los modernos, acaso por carecer de la integridad, rectitud y demás virtudes que caracterizaban á los que en la antigüedad escribían como maestros de la moral pública.»


42 «Qui n'est que parricida en nos jours et sacrilège, il est homme de bien et d'honenr.» Montaigne, Essais, lib. II.

Es achaque ordinario juzgar por lo que se tiene á la vista de lo ocurrido en edades remotas, sin fijarse en la modificación progresiva que han ido sufriendo ideas y costumbres. Cristóbal Colón impuso la pena de cortar la lengua á los marineros de sus carabelas que se atrevieran á decir que Cuba no era principio de las Indias asiáticas, y que de allí se podía ir por tierra á España. (Navarrete, Viajes, tomo II, pág. 145.) Los mismos marineros, como en general la gente de la Española, se quejaron de la tiranía, soberbia y crueldad de Colón; mas para juzgarlo con precisión, ha de recordarse que en España penaba por entonces la ley, por hurto, con el cercén de las orejas, y por blasfemia, con atravesar la lengua con hierro en-