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LOS ALFONSISTAS.


¡Miradlos! ¡Ellos son! Turba cobarde,
Que de su afan en el delirio insano,
Empuja á Robespierr con una mano
Y acaricia con otra á Calomarde.

Ayer luchaba con bizarro alarde
Contra un poder estúpido y tirano;
Hoy por resucitar se esfuerza en vano
Aquella estirpe, de que Dios nos guarde.

Para ser de sus culpas Cirineo
Nada encuentra mejor que un niño intenso,
Si no por él, por su familia reo;

Y mezclando el hosanna y el responso
Desdeña el nombre de Tomás por feo,
Y se llena la boca de Alifonso.


Madrid, 1869.