CAPÍTULO I.
Para poder afirmar que el hombre es el descendiente modificado de alguna forma preexistente, es menester averiguar antes si varia ó no en sí mismo, por poco que sea, en su conformacion corporal y facultades mentales, y, caso de ser así, si las variaciones se trasmiten á su prole con arreglo á las leyes que rigen para los animales inferiores, tales como la de la transmision de los caracteres á la misma edad ó sexo. Por lo que podemos juzgar, dada nuestra ignorancia, ¿son dichas variaciones debidas á las mismas causas, ó dependen de idénticas leyes que los demás organismos, por ejemplo: las de correlacion, efectos hereditarios del uso y de la falta de uso, etc.? ¿Está sujeto el hombre á las mismas deformaciones, debidas á paralizacion de desarrollo, duplicacion de partes, etc.; y presenta en sus anomalías alguna reversion á un tipo de conformacion anterior y antiguo? Natural es