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carlos r. darwin.

costumbres bárbaras, tales como el rapto de las mujeres. ¿Qué nacion bárbara, pregunta el mismo autor, se puede citar que haya sido en su principio monógama? La idea primitiva de justicia, tal como la vemos en la ley del duelo y otras costumbres de que todavía subsisten rastros, era tambien muy grosera. Gran número de supersticiones, hoy existentes, son los restos de antiguas creencias religiosas falsas. La forma religiosa más elevada—la idea de un Dios que aborrece el pecado y ama la justicia—era desconocida en los tiempos primitivos.

Pasando á otro género de pruebas diremos: Sir J. Lubbock ha demostrado que algunos salvajes han progresado recientemente un poco en algunas de sus sencillas artes. Por el curiosísimo relato que hace de las armas, herramientas y artes practicadas por los salvajes en diversas partes del mundo, se ha de admitir forzosamente que todos estos descubrimientos han sido independientes entre sí, exceptuando tal vez el arte de encender fuego. Cuando los europeos llegaron á Tahiti por primera vez, vieron que sus habitantes estaban mucho más adelantados por diferentes conceptos, que los habitantes de la mayor parte de las demás islas Polinesias. No hay ninguna razon para creer que la elevada cultura de los Peruanos y Mejicanos fuese debida á un orígen extranjero, pues que cultivaban ya muchas plantas indígenas, y estaban domesticados algunos animales del país. Una tripulacion salida de algun país algo civilizado, que á consecuencia de un naufragio hubiese arribado á las costas de América, no habria podido ménos de creer (á juzgar por la poca influencia que ejerce la mayoría de los misioneros) que estuviesen algo civilizadas. Si nos remontamos á una época muy remota de la Historia de la tierra, encontramos, sirviéndonos de las expresiones de Sir J. Lubbock, un pe-