del límite de crecimiento, en que las partes que afecta continúan aumentando de volúmen, pero conservando al propio tiempo su anterior estado. Bastará para nuestro objeto recordar la paralizacion del desarrollo del cerebro de los idiotas microcéfalos, á cuya descripcion ha consagrado Vogt una Memoria. Sus cráneos son más pequeños y las circunvoluciones del cerebro ménos complicadas que en el hombre normal. La disposicion de la frente proyectándose sobre las cejas, y el prognatismo espantoso de las mandíbulas, da á estos idiotas alguna semejanza con los tipos inferiores de la humanidad. Son débiles en extremo su inteligencia y la mayor parte de sus facultades mentales. No pueden articular ningun lenguaje, son incapaces de lijar largo tiempo su atencion en algo, pero se les vé inclinados á la imitacion. Son fuertes y notablemente activos, y brincan y hacen muecas sin cesar. Suben las escaleras saltando de cuatro en cuatro los peldaños, y tienen una propension invencible á encaramarse por los muebles y á trepar á los árboles. Esta última aficion recuerda la del propio género que se observa en casi todos los niños, y la inclinacion que muestran á juguetear los corderos y cabritos, animales primitivamente alpinos, subiéndose á las pequeñas prominencias del terreno que á su paso encuentran.
Reversion.—Gran número de casos aplicables á esta ley podrian haberse comprendido en el anterior apartado. Cuando una conformacion cesa en su desarrollo, pero continúa creciendo todavía hasta semejarse mucho á otra estructura correspondiente existente en algun miembro inferior y adulto del mismo grupo, podemos considerarla en cierto modo como un caso de reversion. Los miembros inferiores de un grupo nos suministran algunas indicaciones sobre la probable conformacion del an-