Los indios quechuas viven en las altas mesetas del Perú, y Alcides d'Orbygny asegura que han adquirido pechos y pulmones de dimensiones extraordinarias, á fuerza de respirar contínuamente en una atmósfera muy enrarecida. Las células de sus pulmones son tambien más grandes y numerosas que las de los pulmones de los europeos. Estas observaciones han sido puestas en duda, pero M. D. Jorbes, que ha medido cuidadosamente un gran número de aymaras, raza vecina á aquella, y la cual vive á una altura que varia entre diez y quince mil piés, me informa de que difieren muy ostensiblemente de todas las demás razas que ha visto, por la circunferencia y la longitud de su cuerpo. En su tabla de medidas la talla de cada hombre está representada por 1000, refiriéndose á esta unidad las demás dimensiones. Nótase en dicha tabla que los brazos extendidos de los aymaras, más cortos que los de los europeos, lo son tambien mucho más que los de los salvajes. Las piernas son igualmente más cortas, y presentan la notable particularidad de que, en todos los aymaras medidos, el fémur era más corto que la tibia. La longitud del fémur comparada con la de la tibia estaba, por término medio, en la relacion de 211 á 252, mientras que en los europeos, medidos al mismo tiempo, la relacion era de 244 á 230, y en tres negros de 258 á 241. Tienen tambien el húmero más corto que el antebrazo. Esta disminucion de la parte del miembro más próxima al tronco, parece ser un caso de compensacion respecto á la prolongacion de este último, segun me ha indicado M. Forbes. Los aymaras presentan otros puntos de conformacion muy singulares, como por ejemplo, la escasa proyeccion del talon.
Estos hombres están tan completamente aclimatados en su residencia fija y elevada, que cuando bajan volun-