Página:Charles Darwin - Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo - Tomo II.djvu/87

Esta página ha sido corregida
xiv
69
chiloe y concepción.—gran terremoto

disimular, respondió gravemente: «No; estoy seguro de que resistirán dos» (!). Sin dúdalos españoles quisieron hacer este lugar inexpugnable. Todavía hay en medio del patio un montoncito de mortero que rivaliza en dureza con la roca en que yace. Se trajo de Chile y costó 7.000 dólares. La revolución o levantamiento que sobrevino al proclamarse la independencia impidió que se le diera ninguna aplicación., y ahora queda como un monumento de la caída grandeza de España.

Necesitaba ir a una casa distante cerca de milla y media; pero me dijo el guía que era del todo imposible penetrar en el bosque en línea recta. Se ofreció, sin embargo, a guiarme por dudosos senderos de vacas, siguiendo el camino más corto; pero, con todo eso, tuvimos que viajar ¡no menos de tres horas mortales!... Este hombre se ocupa en cazar reses extraviadas, y aunque debe conocer bien el bosque, no hacía mucho que había andado perdido dos días enteros, sin tener nada que comer. Tales hechos dan idea exacta de lo impracticable de las selvas en estas regiones. Una cuestión se me ofreció, y es la siguiente: ¿Cuánto tiempo tardan en desaparecer los vestigios de un árbol caído? El guía me mostró uno cortado hacía catorce años por una partida de fugitivos realistas, y, tomándole por base de un cálculo, creo que un tronco de pie y medio de diámetro se transformaría en treinta años en un montón de mantillo.


20 de febrero.—El día de hoy ha sido memorable en los anales de Valdivia, por el terremoto más terrible de cuantos han visto los habitantes más ancianos. Por casualidad me hallaba en tierra tendido en el bosque descansando, cuando ocurrió el horroroso cataclismo. Se presentó de repente, y duró dos minutos, que se hicieron larguísimos. La oscilación del suelo fue muy sensible. A mi compañero y a mí nos pareció